EL
CONCEPTO DE DEMOCRACIA Y LA CRISIS DE VALORES
Los estudiosos han
reconocido que la historia se ha hecho cíclicamente, paso por paso y sin
alteraciones diferentes a los eventos que ella misma proporciona. El hombre en
la misma dinámica ha evolucionado y muestra su capacidad racional entorno a su
ambiente. Las grandes civilizaciones son producto del esfuerzo y la lucha
propuesta por sus ciudadanos, hombres y mujeres capaces de fomentar y construir principios de convivencia,
armonía y buen vivir. Estructuras que se perpetuaron y fueron repetidas
generación tras generación, unas enmendando los errores del pasado, otras
innovando nuevas formas de comprenderse los unos con los otros. Un único
propósito parecía tener la intención, que cada ser viviente ocupara un espacio
digno en la tierra que habitaba.
Los griegos quizás
fueron la civilización con mayor aporte a la estructura social, el afán y
compromiso porque cada ciudadano participara y tuviera un reconocimiento de la
cosa política, es decir del crecimiento del Estado, era el fin y la pretensión
de quienes dirigían. No era solamente ser ciudadano porque se naciera y listo,
no, la trascendencia y el sentido de pertenecer obligaban al trabajo, al acato
y al respeto de esa ciudadanía. Esto se hacía posible porque se consultaba y se
ponía en mutuo acuerdo las necesidades de la población y la responsabilidad de
quienes eran comisionados para dirigir el bien común.
Los Estados crean leyes
en pos de un ordenamiento y es obligación de sus ciudadanos acatarlas y
respetarlas. Esa es la clave secreta para que exista Democracia, la participación activa con voz y voto, sólo se diluye
si es vulnerada por uno de sus actores.
Es menester de todos
los sabios honrar a su pueblo, con buenos consejos. Tarea difícil en el mundo
actual. La consideración de dirigir una nación está enmarcada dentro de un
presupuesto o premisas que van desde lo moral y ético hasta lo superficial y
vano.
La educación está
siendo objeto de manipulación desde lo gramatical hasta lo práctico. Se
comercializa y se vende como cualquier producto de supermercado al mejor postor,
sin reparo y cautela. Por eso ha perdido su razón de ser en buena medida. No
existe educación cuando las sociedades se derrumban y generan caos. Cuando los
valores pierden su razón de proceder y son ajustados a las necesidades
injustificadas de la sinrazón. Un gobierno
que utiliza la ética y la moral para justificar los malos procederes de
sus administradores, aduciendo la debilidad humana, es un gobierno inequívoco e
insubsistente.
Ser ciudadano requiere de compromiso de todos los agentes
que conforman la sociedad,la familia como sector primario está comprometida a
profundizar y encaminar cada una de las acciones que se ejecutan en el interior
de la misma, los padres son formadores y ejemplo de sus hijos, el permanente
diálogo y el respeto entre las partes, condicionan a los demás miembros a
aplicar todos sus saberes en comunidad.Es decir, si gestamos hombres en el
amor, la justicia y el respeto, es muy seguro, que el Estado realice su parte
en la escuela con los fundamentos de pertenencia ciudadana.
El mundo sistematizado
y el auge de nuevas tecnologías parecen apartar al hombre de su compromiso y
construcción de un proyecto de vida significante y no tan individualista
como se evidencia hoy. La sociedad del caos parece reinar dentro de un contexto
insensible de aislamiento con los más débiles y desarraigados. Aquellos que no
tuvieron la fortuna de que fueran consultados en el desarrollo de su grupo
social, los que al nacer no tenían una ilusión sino más bien una obligación de
contribuir con su miseria a la desidia de quienes gobiernan y despilfarran, sin
saber estos o sabiendo, que están aumentando no la desgracia de una persona,
sino la destrucción de un Estado.
Las sociedades
manipuladas y sin valores fácilmente perecerán.
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