martes, 23 de julio de 2019


EL CONCEPTO DE DEMOCRACIA Y LA CRISIS DE VALORES

Los estudiosos han reconocido que la historia se ha hecho cíclicamente, paso por paso y sin alteraciones diferentes a los eventos que ella misma proporciona. El hombre en la misma dinámica ha evolucionado y muestra su capacidad racional entorno a su ambiente. Las grandes civilizaciones son producto del esfuerzo y la lucha propuesta por sus ciudadanos, hombres y mujeres capaces de fomentar  y construir principios de convivencia, armonía y buen vivir. Estructuras que se perpetuaron y fueron repetidas generación tras generación, unas enmendando los errores del pasado, otras innovando nuevas formas de comprenderse los unos con los otros. Un único propósito parecía tener la intención, que cada ser viviente ocupara un espacio digno en la tierra que habitaba.
Los griegos quizás fueron la civilización con mayor aporte a la estructura social, el afán y compromiso porque cada ciudadano participara y tuviera un reconocimiento de la cosa política, es decir del crecimiento del Estado, era el fin y la pretensión de quienes dirigían. No era solamente ser ciudadano porque se naciera y listo, no, la trascendencia y el sentido de pertenecer obligaban al trabajo, al acato y al respeto de esa ciudadanía. Esto se hacía posible porque se consultaba y se ponía en mutuo acuerdo las necesidades de la población y la responsabilidad de quienes eran comisionados para dirigir el bien común.
Los Estados crean leyes en pos de un ordenamiento y es obligación de sus ciudadanos acatarlas y respetarlas. Esa es la clave secreta para que exista Democracia, la participación activa con voz y voto, sólo se diluye si es vulnerada por uno de sus actores.
Es menester de todos los sabios honrar a su pueblo, con buenos consejos. Tarea difícil en el mundo actual. La consideración de dirigir una nación está enmarcada dentro de un presupuesto o premisas que van desde lo moral y ético hasta lo superficial y vano.

La educación está siendo objeto de manipulación desde lo gramatical hasta lo práctico. Se comercializa y se vende como cualquier producto de supermercado al mejor postor, sin reparo y cautela. Por eso ha perdido su razón de ser en buena medida. No existe educación cuando las sociedades se derrumban y generan caos. Cuando los valores pierden su razón de proceder y son ajustados a las necesidades injustificadas de la sinrazón. Un gobierno  que utiliza la ética y la moral para justificar los malos procederes de sus administradores, aduciendo la debilidad humana, es un gobierno inequívoco e insubsistente.

Ser ciudadano  requiere de compromiso de todos los agentes que conforman la sociedad,la familia como sector primario está comprometida a profundizar y encaminar cada una de las acciones que se ejecutan en el interior de la misma, los padres son formadores y ejemplo de sus hijos, el permanente diálogo y el respeto entre las partes, condicionan a los demás miembros a aplicar todos sus saberes en comunidad.Es decir, si gestamos hombres en el amor, la justicia y el respeto, es muy seguro, que el Estado realice su parte en la escuela con los fundamentos de pertenencia ciudadana.
El mundo sistematizado y el auge de nuevas tecnologías parecen apartar al hombre de su compromiso y construcción de un proyecto de vida  significante y no tan individualista como se evidencia hoy. La sociedad del caos parece reinar dentro de un contexto insensible de aislamiento con los más débiles y desarraigados. Aquellos que no tuvieron la fortuna de que fueran consultados en el desarrollo de su grupo social, los que al nacer no tenían una ilusión sino más bien una obligación de contribuir con su miseria a la desidia de quienes gobiernan y despilfarran, sin saber estos o sabiendo, que están aumentando no la desgracia de una persona, sino la destrucción de un Estado.
Las sociedades manipuladas y sin valores fácilmente perecerán.


domingo, 21 de julio de 2019


UN 20 DE JULIO DE NO OLVIDAR

Observando la instalación por parte del Presidente de la República, me suscita una reflexión en torno a lo que pudimos ver  todos los colombianos en la transmisión de la televisión, varios aspectos frente a la ética y la moral en un recinto que históricamente representa unos simbolismos para tener en cuenta en las cátedras escolares y universitarias.
Desde niños nos inculcan el respeto por la palabra, ella es el referente de lo que somos y del entorno que vivimos, por ello, cuando alguien habla se le mira a los ojos y se presta atención. Un recinto donde todo el mundo habla, se pone de pie y se distrae con un teléfono; qué evidencia…
La frase por parte de uno de los congresistas “es común que en el Congreso todos hablen y nadie preste atención”,  me dejó muy pensativo: ¿Acaso cuando papá y mamá hablan en familia, los hijos no escuchan y hace cada quien lo que quiere?
En un mundo globalizado por las Redes Sociales y las comunicaciones en general; la intimidad, el respeto y la dignidad por el otro, al parecer, se están viendo ciertamente afectadas; los señalamientos, las denuncias, diatribas y vulgares gestos de manipulación, suelen ser constantes en el nuevo vocabulario digital. Desconocer su uso y su manipulación puede llevar a cometer los errores garrafales en el que cayó el Presidente saliente apodado jocosamente “El Bachiller”, quién no supo manipular un micrófono y de una forma ruin deja entrever su autoritarismo en el poder que ejerce.
“La ignorancia es atrevida” suelen decir los adultos cuando se actúa incoherentemente. No redunda la frase en el recinto del capitolio. Los colombianos que observábamos la transmisión, sólo veíamos tristemente el espectáculo que presentaban nuestros honorables padres de la patria; todo lo que no se debe hacer como persona, estaba siendo visto por millones de colombianos en directo.
En el Leviatán de Thomas Hobbes, se hace mención al monstruo marino que es la política, se dilucida la barbarie y deshumanizada que es. Una enseñanza que nos dejan los anteriores actos, nos acercan a la realidad de nuestros gobernantes y sus propósitos para fortalecer las instituciones y pensar en la democracia como fuente de participación y avance del Estado.
Es tarea de los ciudadanos de bien iniciar una verdadera cruzada con el fin de escoger sus gobernantes y la idoneidad que deben tener en procura de la unión y la prosperidad de todos los colombianos.