UN
20 DE JULIO DE NO OLVIDAR
Observando la
instalación por parte del Presidente de la República, me suscita una reflexión
en torno a lo que pudimos ver todos los
colombianos en la transmisión de la televisión, varios aspectos frente a la
ética y la moral en un recinto que históricamente representa unos simbolismos
para tener en cuenta en las cátedras escolares y universitarias.
Desde niños nos
inculcan el respeto por la palabra, ella es el referente de lo que somos y del
entorno que vivimos, por ello, cuando
alguien habla se le mira a los ojos y se presta atención. Un recinto donde
todo el mundo habla, se pone de pie y se distrae con un teléfono; qué
evidencia…
La frase por parte de
uno de los congresistas “es común que en
el Congreso todos hablen y nadie preste atención”, me dejó muy pensativo: ¿Acaso cuando papá y
mamá hablan en familia, los hijos no escuchan y hace cada quien lo que quiere?
En un mundo globalizado
por las Redes Sociales y las comunicaciones en general; la intimidad, el
respeto y la dignidad por el otro, al parecer, se están viendo ciertamente
afectadas; los señalamientos, las denuncias, diatribas y vulgares gestos de
manipulación, suelen ser constantes en el nuevo vocabulario digital. Desconocer
su uso y su manipulación puede llevar a cometer los errores garrafales en el
que cayó el Presidente saliente apodado jocosamente “El Bachiller”, quién no
supo manipular un micrófono y de una forma ruin deja entrever su autoritarismo
en el poder que ejerce.
“La
ignorancia es atrevida” suelen decir los adultos cuando se
actúa incoherentemente. No redunda la frase en el recinto del capitolio. Los
colombianos que observábamos la transmisión, sólo veíamos tristemente el
espectáculo que presentaban nuestros honorables padres de la patria; todo lo
que no se debe hacer como persona, estaba siendo visto por millones de
colombianos en directo.
En el Leviatán de
Thomas Hobbes, se hace mención al monstruo marino que es la política, se
dilucida la barbarie y deshumanizada que es. Una enseñanza que nos dejan los
anteriores actos, nos acercan a la realidad de nuestros gobernantes y sus propósitos
para fortalecer las instituciones y pensar en la democracia como fuente de
participación y avance del Estado.
Es tarea de los
ciudadanos de bien iniciar una verdadera cruzada con el fin de escoger sus
gobernantes y la idoneidad que deben tener en procura de la unión y la
prosperidad de todos los colombianos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario